Los entrenadores debemos esforzarnos en definir, de la forma más
precisa posible, las acciones de juego que ponen de manifiesto la velocidad en el fútbol, podemos entenderlas de las siguientes maneras:
* Velocidad de puesta en acción o velocidad de salida.
La necesita el jugador para iniciar la carrera desde parado, con o sin balón.
La necesita el jugador para iniciar la carrera desde parado, con o sin balón.
En un desplazamiento de 3-5 metros en el mínimo tiempo.
En ese desplazamiento puede realizar distintas acciones
técnicas, desmarcarse para recibir un pase, anticiparse para interceptar un
pase,...
* Velocidad de intervención.
La necesita en todas las acciones de 1x1 cuando se
disputa un balón del que nadie dispone.
Necesita moverse muy rápido en 2-3 metros, frenar, girar,
apoyar muy rápido y desequilibrado, en fin, todo lo necesario para hacerse con
la posesión del balón.
* Velocidad de cambio de ritmo.
Se manifiesta cuando el jugador se está desplazando a
cierta velocidad y, en un momento determinado, modifica bruscamente su
velocidad, llegando al máximo y manteniéndola el tiempo que se estime
necesario.
Durante esa realización global puede aparecer el balón en
cualquiera de las dos fases de velocidad, y el total de metros recorridos puede
estar entre 20.30 metros.
* Velocidad de ejecución.
La pone a prueba cuando el jugador ejecuta una
determinada acción, o encadena varias acciones técnicas a la más alta
velocidad, en desplazamientos espaciales muy cortos e inapreciables (control,
giro, chute,...) en 2 metros.
* Velocidad intermitente.
Es la necesaria para realizar sucesivas acciones de
máxima velocidad con paradas intermedias o grandes descensos de velocidad de
desplazamiento.
Debe considerarse como una sola acción, encadenamiento de
varias acciones técnicas sucesivas, separadas por paradas muy cortas, que hacen
recorrer distancias entre 6 y 15 metros, subdivididas en fase de desplazamiento
en una o varias direcciones, de 3-5 metros, y a velocidades máximas o
submáximas.
Todas estas formas de manifestaciones de la velocidad en el
Fútbol, van acompañadas necesariamente de componentes técnicos y tácticos, con
la gran variabilidad que permite esta especialidad.
O sea, que en Fútbol
no hay velocidad de desplazamiento, velocidad gestual o velocidad resistencia,
sino que hay las velocidades de esas categorías así definidas y que han de ser
descritas para poder planificar su entrenamiento.
Evidentemente, para tener una buena velocidad de cambio de
ritmo, es necesario integrar aspectos de fuerza elástica, reequilibrio
dinámico, diferenciación segmentaria, anticipación o predicción de
acontecimientos, relajación diferencial y algún otro factor, pero el mejorar
todos o cada uno de ellos por separado, no mejorará esta velocidad.
Sólo realizando entrenamientos planificados de velocidad de
cambio de ritmo, en los términos como se manifiesta en el Fútbol, obtendremos
la configuración personal de rendimiento de esa cualidad. Es una tarea del
entrenador el describir todos los elementos específicos que se desprenden del
juego real y que, una vez identificados, se lograrán los objetivos específicos
del entrenamiento.
Hay también una valoración subjetiva de cada una de estas
formas de manifestación de la velocidad, que vendrá claramente inducida por el
puesto específico que ocupe el jugador en tal o cual sistema táctico, y por los
valores de su talento persona.JAVI BLANCO
Bibliografía:
Apuntes Nivel III
Seminario Francisco Seirul-lo
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