¿Somos los padres conscientes
de que nuestros hijos nos ven como una referencia?
No tengo la menor duda de que todos los
padres queremos siempre lo mejor para nuestros
hijos, pero muchas veces la forma como queremos lograrla no es la más adecuada o la más
eficaz. En el fútbol de iniciación y de formación, es fundamental la
colaboración entre los padres y el entrenador/educador que dirige a un grupo de
jóvenes no sólo formándolos deportivamente, sino también humana, social y
personalmente.
Todos hemos visto cómo resulta difícil para
muchos padres tener una actitud que favorezca este trabajo del entrenador/educador,
les cuesta mantener una relación adecuada con ellos e incluso mantienen una
posición que perjudica el desarrollo y la mejora de sus hijos. Por lo tanto, es
importante, que los padres conozcan el papel que han de asumir cuando tienen un
hijo que practica el deporte del fútbol. Para ello, dos son las posturas que se
han de tener claras, para poder ayudar en esta labor a todos los entrenadores y
personas que con ellos colaboran:
* La
primera de ellas es, mantener una actitud de APOYO sobre los niños, eliminando
las críticas negativas, tanto en casa como en los partidos, y teniendo con
ellos una actitud comprensiva. Es importante, no volcar sobre los niños nuestra
expectativa, y querer que sean lo que nosotros no fuimos jugando al fútbol.
Resulta evidente, que para las personas
adultas, acostumbradas a la competitividad, el ganar lo es todo. Pero en el
futbol de iniciación los padres han de mantener una actitud de interés por la
actividad que se realiza, poniendo énfasis en el esfuerzo y el disfrute más que
en el resultado, y con ello, resulta igual de importante acudir a las
competiciones y actividades externas al fútbol que se organicen para que
nuestros hijos vean nuestro interés y gusto por las actividades que realizan.
* La
segunda actitud que ha de tomar un padre, y no solo en el caso del deporte, es
la de servir de MODELO de sus hijos. Servir de modelo, tanto en su relación con
el entrenador/educador, como en su comportamiento durante los entrenamientos y partidos.
Es importante mantener una actitud
comprensiva hacia el trabajo del entrenador/educador, ponerse en su lugar y
comprender que no es agradable dejar sin jugar a cualquier jugador. El
entrenador/educador tiene el mando en el partido y los padres no deben ejercer
órdenes desde fuera del campo, para eso está siempre el entrenador/educador.
Es fundamental dejarle trabajar y confiar en
él y en su buen hacer. Esto no significa que no surjan discrepancias, que
pueden ser solucionadas con el diálogo con el entrenador/educador o con el
director de la Escuela.
Otro aspecto que hay que cuidar y que más
tarde se verá reflejado en el comportamiento de los niños, es la actitud
durante los partidos. Así que hay que evitar los insultos y gestos despectivos
con los contrarios y con el árbitro, si queremos niños educados, hay que
empezar por darles el ejemplo con nuestra propia actitud. Debemos ser conscientes que “LOS PADRES CAUSAN EL 80% de los altercados en
el fútbol base”.
¡¡
El verdadero respeto hacia tu hijo al realizar este gran deporte es la
desinteresada tarea de crear espacio para que él sea feliz jugando al fútbol¡¡.
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