Antes de un partido, y sobre todo si ésta es muy importante, los
JUGADORES suelen estar bastante motivados y no necesitan motivarse más. ¿Cabe
pensar que no estén motivados antes de una final o un partido en el que se
jueguen algo importante? Hay excepciones, claro, pero la gran mayoría lo está
sin que el entrenador tenga que hacer nada especial, por lo que en caso de
hacerlo (por ejemplo, poniendo uno de
esos vídeos electrizantes como Rocky, Gladiator, etc.,) se corre
el riesgo de provocar una sobremotivación que no sólo no favorecerá el
rendimiento, sino que podrá perjudicarlo. En general (salvo excepciones) no es
el momento, con la competición muy cerca, de potenciar la motivación, sino la
autoconfianza; y para este objetivo el tipo de vídeo que podría ayudar
suele ser de otro tipo: menos grandilocuente; más centrado en las fortalezas
propias, en las buenas acciones que se han hecho en el pasado y conviene
repetir ahora, en aquello que es realista y el jugador percibe que está en su
mano.
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