TODOS DEBEMOS TENER NUESTRO RINCÓN DE PENSAMIENTO

miércoles, 3 de octubre de 2012

SIMPLEMENTE UNA REFLEXIÓN SOBRE LO QUE PERCIBO EN EL REAL BETIS BALOMPIE




Últimamente en REAL BETIS BALOMPIE toda noticias son malas, todo lo contrario que la temporada pasada donde todo funcionaba como un reloj Suizo. El equipo deportivamente no va muy bien, no encuentra el estilo de juego del año pasado, jugadores descontento con tantos cambios en las alineaciones, jugadores que no van ni concentrados en varias jornadas de momento se encuentra como titulares. Para colmo Vidakovic entrenador del filial es destituido por los malos resultados cuando supuestamente los filiales están para formar jugadores para el primer equipo y no para tal fin.
Muchos equipos funcionan más o menos bien, y eso determina que sus dirigentes piensen que lo que están haciendo es lo correcto. “¿Por qué cambiar? ¿Por qué mejorar?”. Esta actitud de autocomplacencia suele derivar en un acomodamiento que, antes o después, conduce al declive deportivo. Se ha visto muchí
simas veces en otros clubes. Equipos que no invirtieron en mejorar cuando las cosas estaban bien, ahora no son capaces de afrontar este momento de dificultad. El acomodamiento es un mal muy extendido, sobre todo en tiempos de bonanza. Casi no se percibe (o no se quiere percibir), pero de forma “invisible” debilita el funcionamiento del club y lo deja indefenso cuando se presentan nuevas e ineludibles exigencias. Un equipo que funciona aparentemente bien, cuando llega una dificultad mayor se derrumba. “¿Cómo es posible?” suele ser la pregunta. En muchos casos, la respuesta está en no haber invertido para dar un salto cualitativo: de ser un equipo que más o menos cumple sus objetivos, a ser un equipo de máximo rendimiento. La diferencia entre ambos es muy trascendente. El primero simplemente cumple. El segundo busca la excelencia más allá de los resultados inmediatos.
Ser un equipo de alto rendimiento implica no conformarse con simplemente alcanzar unos objetivos. Al contrario, conlleva una ambición sana por seguir mejorando y, de forma permanente, persigue el atractivo reto de la autosuperación. El alto rendimiento va unido a un concepto clave: optimizar. Los equipos con un buen alto rendimiento, aún funcionando bastante bien, no se conforman; sino que buscan continuamente optimizar sus recursos y su rendimiento. Esto les proporciona la oportunidad de alcanzar metas mayores y estar preparados para afrontar crisis y otros momentos de dificultad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por su comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.