TODOS DEBEMOS TENER NUESTRO RINCÓN DE PENSAMIENTO

viernes, 14 de diciembre de 2012

LA CULTURA DEL ESFUERZO




La vida es una fuente de oportunidades, es como si estuvieran en un escaparate para nosotros. Algunos las ven y otros pasan de largo sin percatarse. Hay personas que tienen la capacidad para verlas y transformarlas en realidad. Nadie consigue convertir su sueño contando con la buena suerte. Desde pequeños tenemos que educar a los niños en la cultura de “el que algo quiere, algo le cuesta”.

Muchos programas de la televisión nos transmiten valores de “vidas fáciles”, conseguir tener dinero sin trabajar o simplemente enriquecerse a base de hablar mal de otros y criticar la vida del vecino. Estos programas los ven los padres y a veces, sin darnos cuenta, hacemos comentarios que se transmiten a nuestros hijos. Cada vez que sentamos un precedente con los niños, ellos lo convierten en una costumbre. Los chavales necesitan tener límites y obligaciones, y no unos padres o entrenadores que si los ven casados hagan las cosas por ellos.

Os propongo a continuación unos consejos y un ejercicio para educarnos y reflexionar sobre la importancia del compromiso y el esfuerzo.

EJERCICIO:

Puedes preparar una ficha para los niños en las que les pidas que piensen en aquellos logros que han conseguido en sus vidas, como aprobar algún examen difícil, aprender a montar en patines o que la chica/o de sus sueños les hiciera caso. Pregúntales a continuación cómo se sintieron, que recuerden la sensación pletórica de ese momento, que la revivan y se sientan bien. Seguramente sintieron orgullo. A continuación pregúntales ¿cómo conseguisteis llegar a vuestro objetivo? ¿Tuvisteis que esforzaros?

Es bueno que los niños asocien su implicación y lo que les costó alcanzar ese objetivo. Esta pequeña reflexión te hace ver que cada vez que quieras alcanzar algo, primero, tendrás que trabajártelo, y segundo, te permite tener la seguridad de que una vez te implicaste y lo alcanzaste, por lo tanto: TÚ TIENES RECURSOS PARA HACERLO.

CONSEJOS:

1. Cuelga en el vestuario y en la zona deportiva frases motivadoras que contengan palabras como ESFUERZO y COMPROMISO:

- Sólo con tu trabajo alcanzaremos el objetivo del grupo.
- Entrenaremos con esfuerzo para ganar partidos.
- En un grupo de trabajo, cuenta el esfuerzo y compromiso de todos.

2. No sientes precedentes. Si permites que hoy no recojan el material deportivo, mañana tampoco querrán recogerlo.


3. Cada vez que jueguen un buen partido, REFUÉRZALOS. Diles que les agradeces la intensidad, el esfuerzo y el compromiso.

4. No digas comentarios del tipo “es un listo, sin hacer nada lo tiene todo”, “si es que hay alguno que ha nacido con suerte, tiene talento y con eso le vale”, porque estarás influyendo en la relación recompensas y premios – trabajo y esfuerzo.


5. Valora públicamente a los niños que se superan y se esfuerzan en los entrenamientos y partidos, a pesar de que no sean los mejores técnicamente.

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