TODOS DEBEMOS TENER NUESTRO RINCÓN DE PENSAMIENTO

jueves, 3 de octubre de 2013

LA ATENCIÓN Y LA CONCENTRACIÓN EN FÚTBOL



Aún cuando históricamente no han gozado del interés investigador de otros
procesos psicológicos, la atención y la concentración son consideradas por la mayoría de los expertos como dos de las variables psicológicas más importantes e influyentes en el logro del éxito deportivo. De hecho, cualquier jugador, entrenador, profesor de educación física o psicólogo del deporte sabe que, en más ocasiones de las que sería de desear, la victoria o la derrota en una determinada competición dependen de algo tan natural y fortuito como es una pequeña falta de atención. Incluso en eventos deportivos de varios días de duración, una breve pérdida de concentración puede echar por tierra todo el trabajo realizado con anterioridad y afectar seriamente al resultado final de la prueba. El jugador, puede estar muy bien preparado física y técnicamente para afrontar la competición, incluso puede presentar unos niveles óptimos de motivación, sin embargo, si no es capaz de centrarse y mantener la concentración a lo largo de un partido, los resultados no serán nunca todo lo buenos que podrían llegar a ser.
En efecto, cuando un jugador tiene una buena preparación física y sus habilidades técnicas y tácticas son aceptables, el hecho de conocer y dominar los procesos atencionales no sólo le facilita la ejecución de la tarea sino que, además, la probabilidad de que se produzca el éxito deportivo se incrementa notablemente. Por decirlo con otras palabras, sólo cuando el jugador consigue focalizar y mantener la atención en los estímulos realmente importantes de la tarea, sólo cuando es capaz de alejar los pensamientos negativos de su mente y evitar cualquier otra forma de distracción, sólo entonces se puede hablar legítimamente de aprovechamiento de los recursos y de optimización del rendimiento. De hecho, todos los estudiosos del deporte saben que los mejores niveles de ejecución se consiguen cuando el jugador atiende a lo que hay que atender y logra situarse en una <<zona>> de activación óptima, una zona en la que la atención está totalmente dirigida al proceso de ejecución y a nada más.

Por este motivo, diremos que el control de la atención y la concentración debe ser uno de los objetivos a tener en cuenta en cualquier programa de entrenamiento psicológico y una habilidad que deberán perfeccionar tanto los jugadores como los entrenadores”.

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